karaoke

La palabra “Karaoke” de origen japonés, es un término compuesto por el abreviado de “karappo” y “okesutura”, que significan vacío y orquesta. Esta contracción y encuentro lingüístico, me sirven para indagar sobre el efecto de vacuidad constitutivo del Karaoke, que puede pensarse tanto en el escenario vacío como en las tipologías de imágenes que propone.

El Karaoke es un dispositivo que interactúa con nuestra memoria cultural. A través de la (re)interpretación y puesta en escena de la canción popular, evocamos fragmentos diseminados de nuestra memoria colectiva. Fijamos estas imágenes, textos y sonidos -significantes vacíos en su definición lacaniana- a significados específicos de nuestra historia como individuos en una sociedad determinada. De ahí que la progresiva expansión global de la tecnología del Karaoke en sus distintas variantes, está fuertemente asociada a las corriente migratorias, como la coreana en Buenos Aires.

La pantalla del Karaoke puede ser una ventana a otro/s mundo/s dirigida al intérprete. Al mismo tiempo es un espejo del nuestro, de la circulación y puesta en escena de las imágenes, palabras y sonidos a partir de la idea de catálogo. Un universo de objetos pre-diseñados, re-utilizados y post-producidos en bancos de imágenes y sonidos, cuyo efecto es una continua producción de deja vú.

procedimientos
conceptuales

ejes
conceptuales

Operar sobre la relación ambigua que se establece entre lo lúdico y lo fantasmal, a partir de la divergencia en la posibilidad de interactuar o de contemplar la obra.

Desnaturalizar algunos mecanismos del karaoke a través de elementos visuales y sonoros que distorsionen la naturaleza del dispositivo y dificulten su funcionamiento, su interpretación. Estas distorsiones desconectan y rearticulan sentidos estructurales y profundos del mecanismo, permiten visibilizarlos y abrirlos a interacciones con el campo de la (video)performance e instalación.